martes, 25 de abril de 2017

Visitando las islas

El día que tocaba visitar las islas: Hydra, Poros y Aegina no pude menos que rememorar un pasaje de  la Odisea,  concretamente  "Viaje a Itaca"..
En él Ulises tras la guerra de Troya, decide regresar a Itaca su patria...Pero al no haber hecho la correspondiente ofrenda al dios  del mar Poseidón,  éste resentido él, lo va llevándo de isla en isla y de aventura en aventura....
Que si el Cíclope Polifemo...que si Circe la Hechicera...que si las sirenas...
El caso es que iba de tormenta en tormenta..
De igual manera, nosotros partimos hacia las islas en un gran barco que nos fue llevando en calma chicha de una isla a otra...



La primera isla que visitamos fue la de Hydra...En una palabra...¡ preciosa!..
Es la típica isla griega rodeada de casitas blancas .





Las fuertes pendientes hacen que el método de transporte adecuado sean las caballerías que sirven tanto para llevar maletas, como para que los turistas den un tranquilo y relajado paseo.



Hydra une a su belleza, el sentido de la solidaridad..
En un país que está sufriendo el embate de miles y miles de refugiados, impresiona ver que no han perdido su tradicional acogida a otras gentes que huyen de la guerra..



La segunda isla Poros, era todo lo contrario...restaurantes, bares, tiendas de recuerdos, casas nuevas, club náutico..


Decidí no bajar a tierra y permanecí haciendo la siesta en el barco...
Y entonces fue cuando Eolo y Poseidón en comandita decidieron amargarnos la travesía..
El temporal  era tan fuerte que no pudimos entrar en el puerto de la tercera isla: Aegina..


Tuvimos que rodearla y atracar en un pequeño muelle en un lugar que parecía que  hubiéramos retrocedido en el tiempo..


Ante nosotros se encontraba una especie de pueblo semejante al Perelló de los años 60..


Unas cuantas tiendas de turistas y un par de restaurantes "típicos"...
Los comerciantes se alborotaron al ver el gentío que desembarcó y que se dedicó al shopping  pues teníamos que estar allí dos horas y media, porque las excursiones programadas en el barco se hicieron igualmente...


Aproveché la ocasión e hice un pediluvio en las frescas  y cristalinas aguas de Egeo...


El regreso al puerto del Pireo fue realmente movido pero afortunadamente llegamos a tierra sin más problemas...¡ Eolo, Eolo !



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